El proyecto trata de solucionar parte de los problemas constructivos y compositivos de un local municipal actualmente abandonado y en muy mal estado, restringiendo su uso únicamente a un espacio para alojar un centro de mando de alumbrado público, actualmente situado en las proximidades.
El local está «empotrado» bajo la rampa de la calle Santiago, y a pesar de ubicarse dando frente al Paseo de Alfonso XII y adyacente a una pequeña placita presidida por una Fuente de finales de siglo XIX, ha llegado a nuestros días en un estado de ruina y con una acumulación de intervenciones desafortunadas que distorsionan la percepción del espacio público circundante.
El proyecto reconoce la importancia del entorno y planteará una integración respetuosa para poner en valor todo el ámbito.
La estrategia seguida ha sido la de “limpiar “ todos los elementos añadidos sin interés, dejando que sea el plano pétreo del suelo de la calle el que defina el contorno, implementando un nuevo plano ciego vertical resuelto en piedra, que favorecerá una integración silenciosa enfatizando la condición topográfica de la intervención. En el encuentro entre el plano de fachada y el suelo, se generará una bancada de granito que solucionará las distintas pendientes que confluyen, aportando un nuevo espacio público estancial a modo de mirador hacia las vistas de la Ría de Vigo.
Sobre la calle Santiago se eliminarán los petos masivos y opacos que entorpecen y tapan las vistas, y se sustituirán por una barandilla más segura, ligera y permeable.
El interior del local se saneará constructivamente, dejándolo como un espacio limpio disponible para las instalaciones urbanas. Un único plano de chapa metálica, indica la existencia del acceso al local y a las instalaciones.
Por último, en ese afán de “limpiar”, se propone también eliminar el aparcamiento de los coches en el tramo de la calle Santiago que discurre sobre el local, para evitar sobrecargas de uso y conquistar un espacio para el peatón.
Finalmente, la incorporación de tres arces en las proximidades de la bancada, arroparán a la misma ofreciendo sombra en verano y terminando de conformar el proyecto, con la convicción de la necesidad de re-naturalizar la ciudad en la medida de lo posible y lo adecuado, para que el ciudadano pueda percibir el cambio de las estaciones…, el paso del tiempo…, a través de los árboles.
Ficha técnica