Mención Especial en Concurso de Ideas
La estrategia es de absoluto respeto por las pre-existencias, y para ello, queremos conservar la atmósfera que nos llega hasta hoy, es decir, se desea mantener el rastro que deja el paso del tiempo.
La nueva arquitectura va a introducirse en el vacío que encierran los muros de un modo delicado, casi como un mueble, con un lenguaje abstracto para establecer un diálogo respetuoso con lo existente.
Como queriendo atrapar “algo” que todavía se puede percibir y que quedó entre los muros de piedra.
Esta caja estará hecha con listones de madera como material obligado en las bases de concurso, a modo de celosía continua, para percibir el interior como algo amable, cálido, en contacto directo con el trabajo del hombre.
La piedra se limpiará de plantas y hierbas pero se respetarán los líquenes y demás manchas que, además de proteger la piedra, no son otra cosa que su pátina temporal.
La cubierta de zinc restituye el volumen original coronándose con un lucernario lineal que ilumine a lo largo de toda la planta alta.
La imagen es prácticamente la de una proa de un barco, o casi la de una gran roca geométrica que emerge del suelo.
Valoración del jurado:
“Por el contundente uso de la madera, la acertada entrada de luz que se incorpora en la cubierta, bañando las zonas de trabajo y reunión, y la integración velada de los huecos de fachada cara al interior.”
Ficha técnica