Proyecto ganador en concurso restringido.
Una parcela en un lugar emblemático, lleno de imágenes evocadoras y sobre todo con la presencia del mar como telón de fondo.
Un entorno con un altísimo valor paisajístico, ya muy construido, pero que todavía posee una escala admisible.
La orientación en el eje Este – Oeste, en la dirección de las vistas, el amanecer y la puesta de sol.
Todo esto ha de estar presente en el proyecto.
Y la doble horizontalidad del terreno y el mar siempre acompañando.
El proceso proyectual se inicia con la aceptación de la propia forma de la parcela, apoyándonos en la traza curva de la alineación.
Por tanto, la vivienda parte de la propia alineación, generando un volumen ajustado en medidas y dimensiones para liberar al máximo la parcela.
Concentraremos al máximo la edificación para evitar ocupar demasiado la parcela y quedarnos sin jardín. Dos plantas serán suficientes para alojar el programa, y controlar la escala.
Crearemos dos espacios: un «detrás» más privado generando un patio en relación con la cocina y concatenado con otro espacio dedicado a atrio de acceso; y un «delante» a modo de jardín al que volcarse, donde sería posible ubicar una piscina…y la planta superior desde donde disfrutar y enmarcar las vistas.
Todo esto mediante un proceso en el que se generan una serie de muros paralelos que pautarán y organizarán el programa y la relación con la finca, buscando cerrarse a la calle y a las parcelas laterales y abrirse en la dirección longitudinal de la parcela (este-oeste) que nos permita alargar la percepción del ya de por sí constreñido espacio disponible.
A su vez, se perseguirá dotar de la adecuada intimidad con respecto a las construcciones vecinas existentes y futuras, mediante la orientación de dichos muros.
Dichos muros se desplazan para adaptarse a los recorridos y se pliegan cerrándose o abriéndose, haciéndose permeables allí donde es necesaria la continuidad visual.
Ficha técnica